"el que está creciendo"...
Siempre he pensado que para tener hijos debían antes someternos a duros exámenes o test de sensibilidad y sentido común.
Como dice una compañera del instituto, "en muchas ocasiones cuando se expulsa la placenta, el sentido común y la razón se van con ella".
Algunos padres no tienen ni idea de las "bombas de relojería" que están creando consintiéndoles absolutamente todo, justificándoles cuanto hacen y no dejando que sus frustraciones afloren.
No saben la falta de autocontrol con la que nos encontramos los profesores en la adolescencia, cuando ya lo más esencial esta formado.
Cuantas manos rotas, cuantas fisuras en los nudillos y cuantos brazos escayolados tenemos que ver sabiendo que han sido generados tras un momento de gran rabia y frustración que no han sabido canalizar (por pegar un puñetazo a una pared, una puerta, una mesa...).
Hagamos un acto de reflexión y pensemos que no son pocos los que tras una infancia de permisibidad, consentimiento y justificación de todo, hacen que luego nos encontremos con unos adolescentes abocados a las drogas, los botellones, la impertinencia, la mala educación y todo ello acompañado por un fracaso escolar de dimensiones importantes.
Nos encontramos a muchos adolescentes que con una personalidad nada reafirmada carecen de principios y de finales.
Tratan de manera despiadada a profesores, mayores y progenitores... y con una falta de respeto descomunal.
Si, a aquellos progenitores que creyéndose mejores por consentírselo todo ahora tienen que recoger el fruto que han sembrado.
Cada vez nos encontramos más a menudo con malos tratos de menores hacia sus padres, y cada vez hay más adolescentes en pisos de acogida por muy diversos motivos, pero muchos de ellos relacionados con lo que antes indicaba.
Chavales que no nacen así, que ellos (quienes más les quieren) les hacen así...
y que para cuando sus padres se dan cuenta ya es demasiado tarde y no les queda más que llevarse las manos a la cabeza, pedir ayuda y llorar... sobre todo llorar.
Yo se que nadie esta libré de que algo así pueda pasarle con sus hijos, porque aún creyendo estar haciendo las cosas bien, hay veces en las que las cosas se tuercen debido a agentes externos; pero yo me refiero sobre todo a los que desde los 10 años ya se ve que son carne de cañón...
Son nuestros hijos, los del "baby-boom" los que después de que nuestros padres nos proporcionarán una buena calidad de vida, hemos confundido el bienestar con la anarquía.
Cuidemos a nuestros menores y démosles mucho amor a nuestros adolescentes...
que aún se sienten muy perdidos y necesitan mucha comprensión y amor para que se reafirme su caracter y personalidad.
En el futuro tendrán "memoria de jóvenes airados"... Sólo esperó que esa ira no les quite la ilusión de ser felices.
Que la música te acompañe...
Nos vemos en los bares del mundo...
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