No es que en todo el año no hayamos ido a la playa porque nosotros no podemos vivir alejados del mar por mucho tiempo.
Es como si necesitáramos de su sal para sobrevivir.
El caso es que a pesar de ir en abundantes ocasiones a la playa, bien sea a pasear, a hacer volar la cometa o la revolvernos un poco en la arena... ayer fue especial porque inauguramos el tan ansiado "baño de mar".
Los niños entraban ansiosos y salían helados, porque el baño en el cantábrico a mediados de junio y con 4 meses previos de frío, lluvia y mal tiempo...hay que vivirlo....
Los niños entraban ansiosos y salían helados, porque el baño en el cantábrico a mediados de junio y con 4 meses previos de frío, lluvia y mal tiempo...hay que vivirlo....
Excepto mi "sirenita" que tuvimos que ir a buscarla porque no encontraba el momento idóneo para salir.
No pidió a gritos la toalla (como hicieron los otros dos), y no le castañeteaban los dientes...
No pidió a gritos la toalla (como hicieron los otros dos), y no le castañeteaban los dientes...
Sólo repetía una y otra vez "!qué buena está, no tengo frío, cómo lo necesitaba ya!"
A tan sólo 5 días de las vacaciones, la de ayer fue una bonita jornada de "playing"...
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