Vuelve el amigo invisible.
Año tras año tenemos la disyuntiva de qué hacer, viéndonos obligados a ser originales, creativos y a poder ser utilizando el menor tiempo posible.
Aprovechando que mis alumnos de la ESO iban a hacer un trabajo de manualidades me apunté para aprender con ellos y llevarlo a cabo con su estimable ayuda.
Pues dicho y hecho...
Utilizando tan solo una toalla, y gracias a la paciencia y el buen hacer de Bego, con su dulzura y dedicación consiguió que fuésemos capaces de ejecutar un perrito de lo más adorable.
En la Ikastola...éxito total.
He aquí una prueba evidente de lo realizado.
Eskerrik asko, Bego.
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