Ayer estuve en San Mames.
Gran experiencia es siempre ir a la Catedral del fútbol, aunque ayer precisamente futbol lo que se dice futbol, brillo por su ausencia; más bien hubo de todo menos fútbol: un arbitraje malo donde los haya, unos futbolistas perdidos (los nuestros) y otros sedientos de gol y más listos que el hambre (a la vez de marrulleros).
Al llegar a los alrededores de San Mames, el ambiente que se respira es espectacular... un montón de gente, de todas las edades expectante e ilusionado ante la perspectiva de ver a su equipo en breves momentos saltar al terreno de juego.
Tras pasar por el torno, y subir las escaleras, cuando uno divisa el campo parece estar viéndolo a través de una pantalla de retina de un iPad último modelo; es un verde el del campo cuando los focos alumbran sobre él que no parece real, pareciera estar pintado.
A la gente le costó entrar, unos porque al ser viernes por la tarde habrían salido hacia poco de trabajar, y otros porque estarían disfrutando de alguna que otra ronda en los bares de alrededor...
Una vez sentado cada uno en su localidad, y ese himno empieza a sonar, se te ponen los pelos de punta, y empiezas a revolverte en tu mini-silla (porque mira que es reducido es espació que tiene cada uno de los socios para disfrutar de dicho espectáculo durante 2 largas horas de culo torcido, piernas semi-cruzadas y espalda doblada) inquieto por ver como se suceden las cosas.
La verdad es que a los que nos gusta el fútbol y domingo tras domingo vemos a nuestro equipó por la televisión, disfrutamos un montón cuando tenemos la posibilidad de verlo en vivo y en directo. Es una gozada...
Como antes decía, no es que fuera el de ayer un partido bueno, pero siempre es genial poder ir a San Mames. Los jugadores no dieron el callo, el contrario se creció en sus sucias ejecuciones mientras contaban con la complicidad de un árbitro de lo más incompetente, y los aficionados estaban cada vez más crispados (por lo acontecido durante el mismo partido por un lado, y por la sucesión de malos resultados acumulados por otro).
Es una pena que habiendo vivido momentos tan emotivos durante la temporada pasada, estemos en la situación en la que nos encontramos: malos resultados, jugadores que no sienten los colores y se quieren marchar, otros que desde el vestuario intentan desestabilizar al equipo generando nerviosismo y crispación, pitidos (en mi opinión merecidos) a los que todavía muy a su pesar visten nuestros colores, y jugadores que la temporada pasada tuvieron su etapa más gloriosa y que ahora, en los malos momentos, tras haber tocado fondo, no saben como ayudar al equipo a salir adelante.
"Yo soy de Bielsa", yo soy de las que opina que "a lo loco se vive mejor", pero pienso que para hacer las cosas bien hay que dejar trabajar a los que saben, y el si sabe hacer las cosas bien, lo que ocurre es que no le han dejado.
Creo que ya el pasotismo del señor presidente, el silencio ante los malos arbitrajes, la no contratación de nuevos fichajes (como si buenos jugadores nos sobraran: y los que tenemos, justitos...) y la no negociación con los que se quieren ir.... colma la paciencia del más tranquilo de sus seguidores.
Pero bueno, es lo que hay... Así es que, no se sí está será la última vez que disfrute de un partido en la Catedral (debido a su próximo derribo), o si tendré la oportunidad de volver algún día más durante esta temporada... Pero si no es así, los disfrutaremos como podamos...con la familia en casa, con los amigos en el bar...
De cualquiera de estas maneras "Athletic beti zurekin"...
Que la música te acompañe...
Nos vemos en los bares del mundo...
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